viernes, 17 de enero de 2014

Es bonito poder escribir a un buen amigo y poder hoy dedicarle unas palabras...Ahí queda ese escrito que te hice con tanto cariño Joselu.

UN BUEN TORERO
¿Has sido niño/a, loco/a, cuerdo/a, y ahora mujer u hombre? Largo camino hasta llegar aquí. Pero
después de este trayecto. Te pregunto: ¿recuerdas alguna persona, profesor/a que haya sido especial
para ti?
Hoy quiero hacer mención a una persona que siempre ha estado ahí, a un profesor y buen amigo.
La vida te ha cambiado desde hace un par de años. Pero sabes capear como un buen torero, con
espada y capote la situación. El miedo, el espanto nunca lo he visto reflejado en tus ojos, ni cuando
era alumna, ni ahora. Has sido profesor de muchas promociones de maestros, que hoy forman
nuestras futuras generaciones. Y sigues siendo maestro en Teología, donde cada año enseñas a
tus alumnos/as. Debo decir que admiro tu forma discreta de ser, humilde, sencillo y serio cuando la
situación lo requiere. Pero en el fondo, rebuscando un poquito. Encuentras una bella persona, con
corazón y sensibilidad. Despiertas ternura, simpatía, cariño, dulzura? Pocas veces se te ha logrado
emocionar, bien lo sabemos los que te conocemos. ¡A ver que pasa hoy! Quiero elogiar tu labor al
frente de tu profesión, como hombre comprometido. Has sabido ganarte el respeto de muchos
jóvenes, y has debatido con ellos. Ahí es donde de verdad se demuestra la sencillez, honestidad y
grandeza de un hombre como tú. Logras lo que muchos nunca podrán o si quieren, largo camino
les espera? Joselu, podría decir miles de cosas. Pero siempre me quedaría escueta, escasa,
limitada, ridícula? en todo lo que se puede decir de ti. 
Hoy me quedo con esas palabras de Gabriel Celaya, que tomo prestadas para ti, y que tanto dicen
en pocas líneas: "es consolador soñar mientras uno trabaja, que ese barco, ese niño irá muy lejos
por el agua".







miércoles, 15 de enero de 2014

ÚLTIMO GONG DEL AÑO
Podría hablar de muchas cuestiones que hay en el candelero como: el casino fallido en Madrid, la pérdida de Mandela, la subida de la luz para enero... Pero sin ir más lejos a fechas de hoy en la calle se habla de: crisis, preferentes, desahucios…       
El 2013 espira, y no olvidamos el dolor de las familias que sufren por la tragedia del tren en Angrois. Han pasado muchas cosas. Te pregunto: ¿Puedes detenerte un momento y reflexionar? Entonces dime: ¿Hacemos un balance de todo lo sucedido en nuestras vidas durante estos 365 días? ¿qué te ha tocado vivir durante estos 12 meses? ¿has vivido acontecimientos, momentos malos y buenos? ¿te has propuesto iniciar un nuevo año en paz contigo mismo/a?
Tu  mente  hoy reposa, después de tantos días vividos durante este año. Pasaron muchas cosas, que si bien hoy duelen ya no lastiman tanto, o no con la intensidad que lo hicieron en un comienzo. Habrás vivido un poco de todo, pero reviviendo el ego apaciguado que llevamos dentro, cierto es que lo que nos acontece a nosotros es lo más tremendo del mundo. Las situaciones de cada uno son difíciles. Pero tú debes sobreponerte y mirar hacia delante. Has podido sollozar más de la cuenta, lo suficiente para cansarte de hacerlo. Te resignaste, con pena, agonía, amargura furia, frustración, y luego resignación. Has aprendido a sentir tus penas, decepciones, y reír tus alegrías.
En 365 días has experimentado miles de sentimientos y vivido infinidad de situaciones. Todo lo albergó  tu corazón: reír, amar, temer, odiar, entregar mucho, recibir poco, llorar, disfrutar, maldecir, detestar,  te quejaste, gritaste, conquistaste, coqueteaste, sedujiste, te dejaste seducir, sufriste, ganaste, perdiste, insultaste, te deprimiste,  lastimaste, te lastimaron, te emocionaste, te alejaste, fuiste feliz, te enamoraste…Podría seguir, pero ahora te dejo continuar a ti…

Como colofón, solo puedo decir; este año nuevo plantéate ser feliz, no dejes que los golpes de la vida dañen tu alma y corazón. Y en esa ultima campanada, saborea el último gong del año y siéntete orgulloso/a de ti, cerca de los que amas, y de los que no están, pero han dejado huella en ti.